jueves, 1 de enero de 2009

Stephen Hawking


El gran físico teórico, matemático y divulgador científico nació en Oxford, Reino Unido, el 8 de enero de 1942.
En esa misma ciudad, mediante una beca, realizó sus estudios en Ciencias Naturales, licenciándose en Física en 1962, aunque fue en Cambridge donde consiguió su doctorado en 1966 y donde se estableció como profesor e investigador hasta la actualidad.
Inició su labor en el Instituto de Astronomía, puesto que dejó para integrarse en el Departamento de Matemáticas Aplicadas y Física Teórica. En 1977 se convirtió en profesor de Física Gravitacional y, por fin, en 1979 fue nombrado Catedrático Lucasiano de Matemáticas, la cátedra que en su día ocupó Newton en Cambridge, puesto en el que continúa.
Hawking se halla afectado por una enfermedad altamente incapacitante y, en la mayoría de los casos mortal a los dos o tres años de su diagnóstico, la esclerosis lateral amiatrófica (ELA), a la que ha conseguido sobrevivir, aunque físicamente muy disminuido. Se le diagnosticó en 1963, a los 21 años, y, desde entonces, ha tenido un avance progresivo. En 1985 se le practicó una traqueotomía, motivo por el que tiene que usar un sintetizador de voz para comunicarse. Ha ido perdiendo el dominio de su musculatura y, actualmente, su motilidad es practicamente nula. La silla de ruedas que usa la controla un ordenador que él maneja a través de mínimos movimiento de la cabeza y de los ojos.
Su obra es extensa y variada. Junto a su amigo Roger Penrose demostró que la Teoría General de la Relatividad de Einstein presupone que el espacio y el tiempo tiene que tener un principio en el Big Bang y un final dentro de los agujeros negros, de los que descubrió que no eran completamente negros, sino que podían emitir radiación e, incluso, llegar a evaporarse y a desaparecer. Los resultados de sus estudios le llevaron a establecer la necesidad de unificar la Relatividad General y la Teoría cuántica, labor en la que aún se hallan empeñados los físicos, sin haberlo conseguido. Además, Hawking estableció la conjetura de que el universo no tiene límites en el tiempo imaginario.
Entre sus obras científicas destacan La estructura a gran escala del Espacio-Tiempo, Relatividad general: Revisión en el centenario de Einstein y 300 Años de gravedad. Ha escrito también varios libros de divulgación científica como Breve historia del tiempo (1988), Agujeros negros y pequeños universos y otros ensayos, El universo en una cáscara de nuez (2001) y Brevísima historia del tiempo (2005).

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