jueves, 2 de julio de 2009
Antoine de Saint-Exupèry escribió, dibujó y publicó esta pequeña gran obra en 1943, mientras vivía en un hotel de Nueva York tras haber abandonado Francia al ser invadida por los alemanes.
Se publicó primero en EEUU, pero, casi ya desde el principio, adquirió una gran fama que contribuyó a su difusión universal, habiendo sido traducida a ciento ochenta idiomas.
Todos dicen que es un libro que parece dirigido a los niños pero que, en realidad, ha sido escrito para los adultos, aunque éstos, para entender su lenguaje metafórico, tienen que volver a ser niños.
Si lo anterior es cierto, también lo es que, dado los diferentes niveles de interpretación que cada uno le puede aplicar, y que no tienen porqué coincidir con el que el autor le quiso dar, es un libro que puede ser leído tanto por los niños como por los adultos, pues ambos pueden disfrutar de la bella historia que narra.
Cuenta la obra que, tras haber sufrido un accidente, un piloto tiene que realizar un aterrizaje forzoso en pleno desierto. Allí se queda varado sin apenas agua ni alimentos. Es entonces cuando conoce a un pequeño personaje, el principito, que, inopinadamente, surge de la nada. Entonces se establece una relación entre ambos que termina por marcarles profundamente, sobre todo al aviador, pues el principito también estaba influido por los diferentes encuentros que mantiene con los distintos y arquetípicos personajes que conoce desde que sale de su pequeño planeta.
Son muchas las interpretaciones que se pueden dar de esta obrita literaria. Cada cual que se quede con la suya, que seguro que es tan válida como la de cualquiera. Los que asistamos a la reunión del Club del Libro que celebraremos en la Biblioteca Séneca, de Nueva Acrópolis de Cádiz, el próximo tres de julio, viernes, expondremos las nuestras. Os invito a que participeis, no sólo con vuestra presencia, sino para que expreseis todo aquello que "El principito" ha hecho surgir en vosotros.
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