Demian fue editado en 1919, aunque fue escrito en 1917, y sólo en tres semanas, en plena Primera guerra mundial y coincidiendo con una profunda crisis existencial del autor que supuso un cambio importante en su vida.
En el libro se nos narra el paso de la infancia a la adolescencia de Emil Sinclair, en el que H. hesse vuelca la experiencia de su propia adolescencia (tan es así que la obra fue publicada bajo el seudónimo de Emil Sinclair) y el doloroso proceso que conlleva el descubrimiento de la propia individualidad y destino a tavés de la búsqueda y el encuentro del propio yo interior. Emil tiene que asumir la dualidad de la existencia manifestada, representando el personaje de Kromer la parte más oscura y material y el de Demian la luminosa y espiritual. Con la ayuda del ánima, simbolizada en Eva, la madre de Demian, Sinclair intentará la coincidencia de los citados aspectos opuestos de la vida o, al menos, aceptar que su devenir va a estar mediatizado por ambos.
En Demian se halla patente la influencia del psicoanálisis, pero de la vertiente representada por Karl Gustav Jung, concretamente los conceptos de individuación y de ánima, entre otros, los toma de este psicólogo. He aquí lo que escribió Jung el 03/12/1919 sobre esta obra: "Su libro causó en mí lo que la luz de un faro en una noche de tormenta. Su libro tiene el mejor final posible, y es allí donde todo lo anticipado tiene también en la realidad un final, y todo de nuevo comienza, esto es, con lo que el libro comienza, con el nacimiento y el crecimiento de una nueva persona".
